Envigado asaltó a Deportes Tolima y se llevó una victoria por 1-2. El conjunto local, pese a dominar la posesión y las estadísticas, se vio superado por un rival que supo golpear en los momentos justos y defender con el alma.
96’ ⏱️ Final del partido.
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— Club Deportes Tolima (@cdtolima) October 11, 2025
Fotografia de: Win Sports
El partido arrancó con el guion predecible, un Tolima dueño del balón y buscando imponer condiciones desde el primer minuto. Sin embargo, la primera sorpresa llegó temprano.
Apenas al minuto 13, en una de las primeras incursiones de Envigado en campo rival, un pase filtrado encontró a un atacante naranja, y en su afán por despejar, el defensor Marlon Torres cometió una falta dentro del área.
El árbitro no dudó en señalar el punto penal. El encargado fue Rubio España, quien con un remate ajustado, engañó al portero Neto Volpi para poner un inesperado 0-1.
El gol fue un baldado de agua fría para el Tolima, que reaccionó con más furia que claridad. El equipo se volcó al ataque, liderado por la creatividad de Gonzalo Lencina y empezó a bombardear el área visitante.
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La insistencia encontró su recompensa al minuto 27, cuando, tras una elaborada secuencia de pases por la banda izquierda, Mario González recibió el balón y tras definir de buena manera dentro del área consiguió el empate.
Para la segunda mitad, se esperaba que el Tolima capitalizara su superioridad, pero se encontró con una muralla. Envigado, con un bloque defensivo bajo y solidario, cerró todos los caminos. El portero Juan Montoya se eligió como una de las grandes figuras de Envigado.
Tolima caía en la desesperación, abusando de centros predecibles. Y en el mejor momento del asedio local, llegó el golpe de gracia. Al minuto 86, tras un tiro increible de William Hurtado, con gran velocidad, condujo el balón y definió con frialdad para sellar el 1-2.
Esto no solo significó una victoria épica para Envigado, sino que sembró un mar de dudas en un Tolima que se lleno de soberbia y pagó el precio más alto.