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La española se quedó con el Balón de Oro en la gala realizada en París.

Fotografía: @ballondor on Twitter

Nació el 18 de enero de 1998, debutó el 18 de junio de 2016 en el equipo de su provincia, se estrenó el 28 de noviembre de 2017 como jugadora de la Selección de España, se coronó el 20 de agosto de 2023 como campeona del mundo y ayer, 30 de octubre, se convirtió en la mejor jugadora del planeta tras ser galardonada con el Balón de Oro.

Ella es Aitana Bonmatí, la centrocampista de 25 años que juega en el Barcelona y que desde ayer comparte con Lionel Messi el trono de reyes del fútbol en sus respectivas categorías.

Bonmatí nació en Villanueva y Geltrú, una provincia de Barcelona con una población de menos de 70 mil habitantes. A los 13 años se unió a La Masía, donde empezó su carrera con el equipo juvenil-cadete, ascendiendo constantemente y siendo pieza fundamental en las diferentes categorías donde compitió.

Fue el 18 de junio de 2016 cuando debutó oficialmente con el primer equipo en la victoria 5-1 ante la Real Sociedad por los cuartos de final de la Copa de la Reina. Su oportunidad llegó en el entretiempo, cuando ingresó por la experimentada Jenni Hermoso.

Desde esa fecha hasta hoy, ha disputado más de 200 partidos con la camiseta azulgrana. En ese lapso de siete años ha conquistado 14 títulos: 4 Ligas, 5 Copas de la Reina, 3 Supercopas de España y 2 trofeos de Liga de Campeones.

A nivel individual ha sido MVP en diversos campeonatos y ha integrado el equipo ideal a nivel de clubes y selección. Sin embargo, su punto más alto llegó justamente en 2023, cuando se llevó el Balón de Oro de la Copa Mundial Femenina, la misma que conquistó España tras derrotar a Inglaterra en la final.

Este año soñado se completó con el reconocimiento individual que recibió en la gala en París, consolidándola como una de las jugadoras referentes de la actual, teniendo aún gran parte de su carrera por delante.

Sin embargo, su lucha también se ha dado por fuera del campo. Es una férrea defensora de la igualdad, algo que quizá pudo aprender de Rosa y Vincent, sus padres. En palabras de la jugadora, ambos lucharon por cambiar la norma del orden de los apellidos en España y lo lograron, pues Bonmatí, su primer apellido, lo heredó de su madre, mientras que Conca, el segundo, es el de su padre:

“Como jugadoras nuestra responsabilidad va más allá del campo. Tenemos que seguir luchando por tener un mundo en paz e igualitario para todos”, manifestó Aitana en un emotivo discurso después de recibir el Balón de Oro.