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El Chelsea se impuso sobre Liverpool que sigue sin conocer la victoria.

Fotografía: BR / Football

El marcador final de 2-1, reflejo la superioridad del conjunto ‘blue’ que supo anular las tacticas de su rival y crear sus propias defensas para llevarse tres puntos vitales en la Premier League.

Desde el inicio, el equipo dirigido por Enzo Maresca dejó clara su intención, presión alta en el mediocampo y transiciones rápidas al ataque. La estrategia hizó efecto y acabó a un Liverpool que no encontró la fluidez dentro del cámpo de juego.

Partido que deja a Liverpool sin respuestas

El primer golpe llegó al minuto 14´, cuando, tras un ataque muy bien planeado, Malo Gusto condujo la acción fulminante que finalizó con una asistencia precisa para que Moisés Caicedo definiera con potencia ante la salida de Mamardashvili.

El segundo llegó al minuto 90+5´tras un gran contraataque que termino en gol de Estêvão.

Para la segunda mitad, se esperaba una reacción del equipo de Arne Slot, y aunque Chelsea impuso una gran defensa, el empate del Liverpool no tardo en llegar con el gol de Cody Gakpo al minuto 63´, pero no les basto para mantener el resultado.

Tras este triunfo el equipo de Slot sigue con los mismos problemas de los ultimos partidos y sale de Londres totalmente destruido.

¿Cuál es el problema con el Liverpool ?

La derrota en Stamford Bridge es más que un simple tropiezo para el equipo de Arne Slot; es la confirmación de una serie de problemas preocupantes. Ofensivamente, el equipo lució predecible y sin la chispa habitual.

Su tridente de ataque se vio desconectado, incapaz de encontrar espacios ante una defensa rival bien plantada, donde fueron superados en intensidad, perdiendo un partido clave que los dejó sin el liderato.

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Esta vulnerabilidad quedó en evidencia en los goles del Chelsea, el primero fue fruto de un gran ataque tras una defensa mal parada, y el segundo, por una falta de concentración en una jugada rapida que no vieron venir.

La actuación de hoy enciende las alarmas en Anfield, pues la imagen fue la de un equipo superado tácticamente y con grietas en todas sus líneas, una situación que deberán revertir de inmediato si aspiran a competir por el título.

Esta victoria no solo refuerza la posición del Chelsea en la tabla, sino que envía un mensaje claro a sus competidores, en casa, son un rival prácticamente imbatible, capaz de dominar a los contendientes más serios al título.

Liverpool, por su parte, se marcha de Londres con un mar de dudas y la tarea de corregir una actuación que estuvo muy por debajo de su nivel.