Federico García y Santiago Blandón son los protagonistas de uno de los proyectos audiovisuales más emblemáticos de la hinchada del DIM.
Fotografía: Cortesía
La llegada de Eduardo Silva Meluk a la presidencia del Deportivo Independiente Medellín trajo consigo una serie de ideas disruptivas para acercar a la hinchada con el club.
Una de ellas, quizá la más recordada, es el Todos en Uno, un programa de abonos pionero en Colombia que buscaba reducir el costo de la boletería y aumentar la cantidad de asistentes a los partidos.
Este beneficio se tradujo en un Atanasio Girardot lleno durante la mayoría de compromisos que disputaba el cuadro paisa, principalmente entre 2014 -año en que inició el proyecto-, y 2016 -año del último título liguero-.
Durante esa época sonó el nombre de un proyecto audiovisual que no mostraba lo que sucedía en el campo de juego, sino la emoción expuesta en las tribunas jornada a jornada: Cultura DIM.
Federico García, integrante de la Rexixtenxia Norte -principal barra popular del Medellín-, y Santiago Blandón, fueron de los primeros en darle vida a esta iniciativa, enfocada en retratar con el lente el significado de ser hincha del Medellín:
«Yo empecé a desarrollar la idea de un colectivo de personas que narráramos el fútbol desde lo que pasaba en las tribunas. Fuimos tres o cuatro parceros que empezamos con Cultura DIM, algo que fue muy conocido y pionero en Colombia», comenta Federico.
El éxito del proyecto llevó a que hinchas de otros equipos como Junior y Pereira replicaran la idea y buscaran expandir el legado de la memoria visual hacia otras canchas.
Claramente, el Todos en Uno se convirtió en la ‘palanca’ para que más personas comenzaran a conocer Cultura DIM. Los hinchas se buscaban en las galerías que se publicaban en Facebook después de cada jornada futbolera:
«Nosotros cambiamos el chip de que a la gente en las barras populares no le gustan las fotos. Hicimos lo opuesto y ya la gente nos pedía su foto, se querían ver como parte de la tribuna y de un paisaje futbolero».
La pasión como parte de una memoria histórica
Para Federico y Santiago, la fotografía es más que un camino profesional. Tal y como ambos mencionan, Cultura DIM se convirtió en la escuela donde pusieron en práctica su conocimiento y demostraron su amor por el equipo desde otro ángulo:
«La pasión por la fotografía surgió desde el amor al fútbol. Yo trabajaba con otro proyecto audiovisual y empecé a cogerle cariño a esos momentos irrepetibles cuando uno congela el tiempo.
Yo me ‘parcho’ a caminar y hago un testeo visual de los detalles; me olvido por un momento del fútbol y miro manillas, elementos raros, y otros aspectos que puedo fotografiar», complementa Santiago.
«Muchas veces no vemos los goles en la cancha, sino a través de la gente celebrándolos».
Ambos ven al Medellín como más que uno equipo e incluso le dan el tinte de un fenómeno social a partir de uno de sus principales activos: la hinchada.
«Por encima de ser fotógrafos, somos hinchas del DIM. Entendemos al equipo como algo muy único y desde ahí nació el afán particular de mostrar lo que significa ser hinchas. Estamos dejando una memoria visual de la gente».
De Cultura DIM a R.ojo
Este proyecto que se hizo grande en poco tiempo también salió del radar sin dejar mayores explicaciones de lo que había sucedido:
«Cada uno fue cogiendo su rumbo y de alguna manera es bueno ver que sembramos una semilla donde algunos ahora hacen parte del club. Sin embargo, Cultura no murió, sino que trascendió.
Pasamos de Cultura DIM como un proyecto cultural y lo convertimos en una marca en ascenso: R.ojo. Ahora queremos hacer audiovisual, llegar al cine, a la música».
«Queremos llevar al Medellín a otros niveles más allá de la fotografía del partido».
Ambos siguen siendo parte de la narrativa local, pero ahora usando un lente más amplio para capturar nuevas historias, nuevos momentos y aprovechando las nuevas formas de transmitir el amor por el fútbol y retratarlo para siempre.