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Como si fuera una historia de videojuegos, el equipo renació gracias a su afición.

Fotografía: @AFCWimbledon

La jornada sabatina de la cuarta división del fútbol inglés dejó la victoria del AFC Wimbledon en tiempo de reposición ante MK Dons, un resultado que pasaría por alto de no ser por la historia que tiene detrás.

El MK Dons es un equipo longevo en Inglaterra, nacido en 1889 bajo el nombre de Wimbledon FC. Compitió en 14 temporadas de Primera División, llegando hasta la sexta casilla en dos oportunidades.

En 2001, su directiva decidió trasladar el equipo para Milton Keynes, a 90 kilómetros de su ciudad natal, algo que se hizo realidad en 2002 más allá de la petición de los hinchas.

Los aficionados, en medio de la ira al no ser escuchados, decidieron no apoyar al nuevo club -MK Dons-, y refundar al Wimbledon, comenzando su historia en la décima división de Inglaterra.

El crecimiento gradual del equipo lo llevó hasta la cuarta categoría (donde se encuentra actualmente) y, a su vez, el mal momento de MK Dons los llevó a enfrentarse este fin de semana por la jornada 35 de la EFL Two.

Los hinchas del Wimbledon se enfrentaban a una realidad de película: alentar a su equipo del alma ante el que en el pasado representó su mayor pasión, pero que ya no conserva el significado de años atrás.

Y, como si fuera poco, Wimbledon se quedó con los tres puntos tras un tanto de Ronan Curtis al minuto 94 de juego, haciendo vibrar un estadio con capacidad para menos de 10 mil personas.

La victoria fue una revancha futbolística, pero también emocional, para una afición que vio cómo los colores que apoyaron durante años desaparecieron por intereses externos a los sucesos de cancha y que ahora revalida la importancia de los hinchas en la construcción del balompié.